martes, 27 de diciembre de 2011

Padre, hija, abuela.


¿Qué se puede decir ante una imagen como ésta?



Es injusto que falten las manos que más han cuidado esas manitas preciosas durante nueve meses. Pero no estaban lejos, apenas a medio metro. Descansando en la cama, mirando con media sonrisa cansada y feliz. Sólo ella puede sacar fuerzas de donde no las hay, superando los dolores y el peso del cuerpo agotado. Está como en otro mundo, fuera de nuestro alcance, donde seguramente el amor hacia una hija hace brotar la energía necesaria para superar las adversidades.

Desde la cama, de lado, ve a su niña con su padre, que con sonrisa boba aún trata de asimilar que es su hija, mientras coloca la manopla en la mano con cuidado. Qué fragilidad se siente, qué inocencia, qué alegría.

Luego se besan tiernamente, mamá y papá, y el mundo parece pararse en ese beso. Es suyo, les pertenece, nada ni nadie puede arrebatárselo. Ahora lo comparten con el mundo en forma de personita. Son, por fin, una familia. Mamá, papá, hija. Junto a ellos contemplan el marco los abuelos y tíos, emocionados, felices, uno más en la familia, y en Navidad.

Eso vería todo aquél que pase por la puerta, dos familias unidas en una nueva, tres generaciones en una misma habitación.

Así es el marco de esta imagen. Hoy apenas puedo escribir mucho más, porque como es injusto que falten esas manos, las palabras harían lo mismo con lo que siento.


Bienvenida, África. Te quiere, tu tío.


3 comentarios:

  1. Debe ser indescriptible esa sensación después de tanta espera, poder cogerla entre tus brazos...

    Enhorabuena tío, ahora con todo su significado, África es afortunada de haber nacido en vuestra familia.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Lo es, Álex, lo es... esa sensación no se me olvidará nunca. ¡Las ganas que tengo de volver a cogerla!. Gracias, Álex, a ver si la conoces pronto. Un abrazo fuerte.

    ResponderEliminar
  3. Esto ha dejado Arturo en el facebook, merece estar aquí, donde siempre debe estar él. Un abrazo, amigo.

    ---

    Arturo Argilés

    Quise contestarte Pablo. Pero espero q entiendas que este post es demasiado bonito para mancharlo con cualquier garabato. Hoy no puedo daros mas que, de nuevo, mi enhorabuena, tenéis un continente frágil y precioso en vuestras manos. Bienvenida a este mundo de locos, África

    ResponderEliminar